Como les comentaba en el post anterior, a principios de septiembre fui invitado por la Editorial Norma a participar en un libro que será su edición conmemorativa de los 20 años de su Colección Infantil. Este libro está pensado para ser obsequiado en algunas escuelas en los próximos meses.
Aline Hermida la responsable de asignar los cuentos a cada ilustrador se puso en contacto conmigo, y me dió el cuento escrito por Andrés Acosta, ganador del premio Gran Angular el año pasado, títulado: "Yo vencí a Pata Maldita". Es un cuento dirigido a niños de 10 a 12 años que cuenta las aventuras de un balón cuando se enfrenta a un jugador famoso por sus tiros de gran potencia.
Debo confesar que cuando comencé a leer el cuento sufrí un bloqueo mental, yo que sabía de ilustrar futbolistas o siquiera seres humanos, se me dan más los temas de fantasía o surrealistas, los monstruos y los animales, nunca me he sentido atraído por dibujar personas, incluso mi famoso buzo solitario siempre trae cubierto el rostro. Pero al final consideré que sería un cuento muy atractivo para los niños.
Y cuando por fin terminé de leerlo me encantó el giro inesperado de la historia, como de la gloria se podía pasar al olvido, y de la vergüenza a la fama y el éxito. Daba para hacer mucho. Pero claro, estaba la cuestión del tiempo...
Las ilustraciones se reunirían en un plazo no mayor a una semana, para que los diseñadores de la editorial pudieran irle dando forma al libro que tiene que ser presentado antes de que termine este año. Vaya situación. Viendo el poco tiempo disponible (pues este proyecto tendría que realizarlo en mi tiempo libre) me dispuse a hacer la ilustración utilizando figuritas de papel recortado para luego hacerle a cada imágen un tratamiento digital.
Los días pasaban y parecía que no avanzaba. En el trabajo tenía muchas ocupaciones que también tenían que salir en días pasados. Luego tuve problemas con la computadora, mi mouse murió, tuve que viajar a Texcoco por cuestiones de trabajo, se me fue la luz en repetidas ocasiones... en fin, tal parecía que nunca podría terminar de ilustrar el cuento.
Afortunadamente Gina me prestó la computadora de su casa y me ayudó a instalar y a tomar las fotografías de las figuritas antes de su tratamiento digital. Fue un proceso lento y laborioso, sin embargo pude terminar a tiempo y en la editorial quedaron complacidos con mi trabajo.
Le agradezco mucho a Gina su tiempo y el haberme prestado un espacio para poder terminar estas ilustraciones, de lo contrario no hubiera podido entregar a tiempo. Muchas gracias.
También, muchas gracias a Aline de Editorial Norma por su confianza y por su paciencia, no la conozco personalmente pero ha sido todo un placer colaborar con ella.
Saludos a mi amigo Rebolledo en Tabasco que me tiene con el Jesús en la boca luego de ver tantos desastres por las abundantes lluvias, ¡Cuidate mucho hermanito! Un abrazo.