lunes, 7 de noviembre de 2011

El sentir de las calaveras: mis imágenes.


Telaraña, 2011.

El sábado pasado fue la premiación del concurso "El sentir de las calaveras: Porque la verdadera muerte es el olvido" coordinado por Los Ojos del Tiempo y Rendija, en el Panteón Dolores de la Ciudad de México. La imagen que se muestra arriba fue la que seleccionó el jurado para integrar la muestra de 30 fotografías. Esta imagen a la que puse el nombre de "Telaraña" la tomé durante una caminata en una mañana con neblina en los alrededores de San Ignacio, un poblado muy cercano a Creel, Chihuahua, México.  En esta imagen se puede observar un panteón Raramuri con sus cruces sencillas pintadas de blanco y unas cuantas flores, y enfrente de la imagen, una telaraña cubierta de gotitas de rocío que parecen coincidir sobre una de las cruces. 

Se nos escapa la vida, 2011.
Otra fotografía que envíe y que no resultó seleccionada fue de una piel de sapo.  Las garzas y otras aves se comen las entrañas de los sapos y dejan la piel, pues esta les resulta tóxica.  Esta imagen la tomé en un poblado llamado Guapalayna dentro del municipio de Urique un día que acompañé a unos compañeros de ECOS (Ecología y Comunidad Sustentable A.C.) en uno de sus recorridos por la zona para monitorear fauna silvestre. Cuando encontré al sapo me pareció que estaba brincando y que las pequeñas rocas que lo rodeaban, algunas de ellas iluminadas por los rayos del sol que se filtraban, eran como luciernágas, como vida, por eso titulé a esta fotografía "Se nos escapa la vida".

Un perro te llevará al otro lado, 2011.
Y por último envíe esta imagen que muestra a una perrita que adopté en Creel, a la que le puse el nombre de Chubaka y a la cual ya le he dedicado un post en este blog (Octubre 2011). Aquella mañana habíamos salido a caminar y llegamos hasta unas cruces que se levantan en un cerro más adelante de San Ignacio, muy cerca de la piedra del pato.  Se puede ver la silueta de Chubaka recortada sobre un cielo plateado junto con las cruces.  A esta imagen le puse el nombre de "Un perro te llevará al otro lado" por aquello que me contaban de pequeño de que uno tenía que ser agradecido con los perros que cuidaban nuestras casas, porque cuando murieramos ellos nos estarían esperando en el otro mundo y nos ayudarían a cruzar hacia la eternidad. 
Un saludo enorme a Claudia Navarro que tantas porras me echa, a Doña Eugenia con quien siempre es todo un placer conversar, y claro, a Noé y Tanhia que me acompañaron durante estas maravillosas caminatas en los alrededores de Creel. De verdad, muchas gracias. 
Oh, y casi lo olvido, una felicitación bien grande a los organizadores de este evento que tan bonito les quedó, personas de verdad bien emprendedoras y super amables. Saludos.

IMPORTANTE: Y claro, un gran agradecimiento a mis patrocinadoras de gira:  Laura y la pequeña Perla a quienes adoro y extraño tanto que duele, por llevarme y cuidarme en Chihuahua, tierra de la cual estoy enamorado. Gracias de verdad, son unas mujeres maravillosas. Y a todos los de Creel. Y a los Agrícolas. Y a los Artesanos. A los de la UAM Azcapotzalco... y espero no olvidar a nadie, pero los quiero muchísimo.

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